El payaso
Traigo lagos de lágrimas ardiendo
y miseria flotando alrededor,
trozos de pintura cubriendo la farsa
y una máscara rota por las bofetadas.
Traigo un viejo telón lleno de frío
y dos perros locos cansados de sufrir,
también unas cuantas botellas
de estas que al final hacen llorar.
Traigo soledad de todos los caminos
y risas de todas las edades,
crepúsculos para alumbrar a los ciegos
y pirañas para destrozar los decorados.
Traigo un libro que habla de piratas
y una canción que envuelve la penumbra,
un todo está perdido
y un pájaro tibio ensangrentado.
Soy el payaso más tonto de la pantomima
y aún debo darme bofetadas;
pero pronto se acabará la comedia,
en la esquina de un ciprés pararé el carro
daré libertad a los perros y quemaré la tienda,
en la vieja mercedora removeré los sueños
en el tronco quemado esconderé los deseos,
jugando con la esperanza plantaré una flor;
al alba me raptará un trozo de viento,
cerraré los ojos
y olvidaré por siempre la miseria.
P. D. El primer individuo absurdo
acaba de entrar al valle de los muertos,
dice que es un payaso
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