Un poco de agua balsámica en los desiertos
Escucha ahora la historia de aquellos caminantes
que no tienen motivo de queja en este mundo.
Dentro de los amigos de Dios, hay quienes rezan,
quienes a veces cortan, quienes a veces unen.
Dentro de los amigos de Dios, también conozco
a quienes tienen los labios sellados a la súplica.
En la conformidad que hallaron estos nobles,
se han prohibido a sí mismos evitar el destino.
En esa sumisión al destino han gustado un especial deleite
por el que se prohíben gozar ser liberados.
Tan bella confianza entró en sus corazones,
que nunca llevan luto por ninguna tristeza.
Rumi, Luz del Alma